viernes, 2 de octubre de 2020

UNA MEDIA VEDA ESPECIAL

Cuando se va acercando la fecha de la apertura de la media veda, un cosquilleo suele recorrer el cuerpo de cualquier aficionada a la actividad cinegética. Uno tiende a pensar que la temporada en ciernes será diferente a las demás... Suele ocurrir casi siempre que a los pocos días de la apertura uno se da cuenta de la "triste realidad"... Es decir, el campo con poca caza, mucho calor y los perros que todavía no están a tono.

Tengo que reconocer que esta temporada ha sido diferente. Hacia tiempo que no veía una abundancia de conejos semejante. Esto hace que las jornadas cinegéticas sean de los más entretenidas.

Otra de las cosas más comunes entre los cazadores es ver como los perros "no van", pasan por encima de piezas, no encuentran lo que deberían... Pues este año esto no ha sucedido. Creo que fruto de la selección de perros que hemos hecho durante los últimos años, estamos empezando a disfrutar de lo que es un perro de caza con mayúsculas. 

Día inolvidable en Malagón

Perros que paran la caza, que no espantan, que dan con los conejos allá dónde estén amagados, que traen cuando la pieza se va herida... En fin, lo que son perros de caza completos...

Además también hemos podido comprobar como cachorros de 6 o 7 meses comienzan a entrar bien a realizar su labor. Perros con una afición desmesurada, que aunque todavía no saben bien de que va la historia, cazan sin parar y aprenden día a día...




Uno de los mayores disfrutes que puede haber para un amante de los perros de caza, es ver como un cachorro que viste nacer, poco a poco se va convirtiendo en un experto cazador. Mi opinión es que los perros aprenden viendo caza y más caza, pero he de reconocer que la base genética es muy importante. Creo que a un cachorro no se le deben dar palizas cazando, pero si soy de la opinión de empezar a sacarlos al campo cuando ya tienen 6 o 7 meses. Cuando un perro que apenas tiene esa edad, ya va haciendo "cosas" en campo, es que esas cosas ya las traía de serie...

Ponto de Reyes del Viento

José Ángel con su Braco

José Miguel con Ulises y Athos

No me gusta contar "milongas", los perros de caza hay que pulirlos poco a poco. No se puede pretender que un perro con 1 año haga maravillas en el campo. Hay que echarle unas dosis de paciencia, si el animal lleva dentro, lo que debe llevar, poco a poco irá dando satisfacciones a su amo...


Otro de los aspectos a resaltar ha sido la consagración, aunque ya se les veía venir, de dos perros superiores: Bamba del el arcoiris y Kai de la Casa de Vall.

Kai en muestra

Bamba sentada

En definitiva, una media veda especial, un año de perros especial, por las ilusiones puestas y cumplidas en los cachorros, una media de abundancia de conejos, una media veda de jornadas de caza que no se me olvidarán, una media veda que espero se parezca  la del año que viene... Un hasta pronto media veda...


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